martes, 27 de diciembre de 2011
Así eran los hunos
domingo, 25 de diciembre de 2011
"Educación siberiana" continúa su imparable ascenso
Estilísticamente no se puede decir que sea gran cosa, pero tampoco lo pretende, ni falta que le hace, a mi parecer. Transmite muy bien lo que quiere transmitir, entra muy fácilmente y engancha, engancha mucho, en buena medida gracias a la construcción global del relato. Y eso siempre es de agradecer.
Chirrían las traducciones y las transcripciones. Se nota que llegan al español vía italiano y, entre eso y las erratas y la deficiente calidad de la traducción en algunos casos, la gran mayoría de las palabras originales se hacen completamente irreconocibles. Empezando por que no sé exactamente a qué palabra rusa corresponde "criminal", cosa que no es baladí al caso. Luego hay casos muy extremos en los que no habría costado nada evitar el error, teniendo en cuenta que se trata de un "superventas". Por ejemplo, no llamar a Rostov del Don, en repetidas ocasiones, "Rostov del Ron"... En fin... En ese sentido, muy mal.
Y en su contenido es un libro tramposo que mezcla varias cosas.
Sobre todo, es una novela: un producto claramente comercial, orientado a la venta, y que explota una cierta mirada romántica sobre la mafia que ya ha vendido mucho en Occidente. De allí los adornos y, con toda probabilidad, muchas ocultaciones de los aspectos más difícilmente presentables de la historia.
Pero también es un documento. Sea como fuente directa (como pretende) o indirecta de información, está claro que el autor se ha esforzado por estar bien informado sobre el mundo criminal ruso. En ese sentido, el libro tiene gran interés y además habla de una región bien poco conocida como es Transnistria.
Y en tercer lugar -lo más polémico- es que pretende ser una autobiografía.
De toda autobiografía se espera que sea subjetiva y en este caso es personal (y personalista) a más no poder. Es una visión del mundo dividido en "buenos" y "malos", donde el autor es además "el mejor". Y no deja de serlo ni al final, cuando intenta relativizar un poco lo relatado...
Por otra parte, al igual que tiene buen conocimiento de unas cosas de las que habla, no tiene ni idea de otras que presenta como "hechos" (por ejemplo, los judíos nunca han sido declarados "enemigos del pueblo" en la URSS). Y eso ya de por sí arroja la sombra de la duda sobre la veracidad del resto del texto.
Es cuestionable, en fin, el mismo hecho de que la obra sea autobiográfica. Sólo con una prensa caben los hechos relatados en "Educación siberiana", su paso por Chechenia, sus dos pasos por la cárcel y su etapa en Israel... en los 23 años de vida, a los que aparece Nikolai, siempre según su propio relato, en Italia.
Algo muy significativo al respecto es que el autor se sigue negando a que se traduzca el libro al ruso aunque en ello habría tenido, sin duda, unos resultados de ventas excelentes. Y eso es porque la parte de impostura que contiene en Rusia sería rápidamente desenmascarada. Sólo con las noticias que llegan sobre el libro desde el extranjero, la runet ya se ha llenado de chascarrillos al respecto de lo bien que Lilin se ha espabilado para ganar pasta ofreciendo al lector occidental precisamente la imagen que este espera de los rusos. Hay quien lo tiene por un farsante total y quien dice que es un delincuente menor que no ha vivido ni la cuarta parte de lo relatado, pero el caso es que no parece haber una sola persona en Rusia que se crea que se trate de una verdadera autobiografía.
Pues bien, decía yo que es un libro tramposo porque mezcla los tres niveles: la pretendida autobiografía, el colorido novelesco y el interés documental. Un buen lector deberá esforzarse, por tanto, por separar la paja del grano.
-------------------------------------------------------
Y de propina algunos apuntes reflexivos sobre las sectas y las comunidades en Rusia.
Simplificando mucho, los espacios sociales europeos y los estadounidenses, se pueden describir como verdaderas sociedades nacionales los primeros, mientras que los segundos son, en gran medida, comunidades y sectas. En las "sociedades" puede haber tendencias diferentes e incluso opuestas, pero todas ellas se posicionan respecto al mismo eje (o, como mucho, dos ejes) Es decir, siempre definen su posición en relación a los demás, son como identificables con unas coordenadas sobre la totalidad del espacio social. Mientras que las comunidades y las sectas están, en mayor o menor medida, replegadas sobre sí, y se articulan entre ellas de formas muy diversas y variables.
Pues bien, aunque Rusia se asemeja más al modelo (si se le puede llamar así) europeo, ofrece también mucho espacio al desarrollo del comunitarismo y del sectarismo (puede que simplemente por sus características geográficas). De allí que el tema de la nacionalidad (en contraposición a la ciudadanía, que es la misma para todos) sea tan importante. De allí también la larga historia de cismas en la religión ortodoxa y la mayor descentralización de su iglesia, en comparación con la católica (sin llegar, claro, al protestantismo).
lunes, 19 de diciembre de 2011
El 15-M y el nacionalismo catalán
Cataluña también ha seguido una deriva peculiar.
Por un lado, el derecho a la autodeterminación no ha sido incluido, de momento, en la mayoría de los manifiestos de mínimos. Y en la acampada de pl. Cataluña estuvieron presentes, en su momento, personajes lamentables como el cansino nacionalista español Francisco Garrobo (de UPyD) en la Comisión de Comunicación. También es verdad que en las asambleas se viene hablando mucho más castellano del que en Cataluña se suele oír en las reuniones públicas.
Pero nada de ello ha implicado rechazo por parte del nacionalismo catalán. Todo lo contrario: incluso los independentistas organizados en las CUP han sido los impulsores de numerosas asambleas a lo largo y ancho del país. Y cuando el derecho a la autodeterminación no ha sido contemplado entre los mínimos ello en absoluto ha sido por que no contara con un apoyo mayoritario, sino por la voluntad de máximo consenso que en todo momento ha caracterizado al movimiento.
Desde donde sí se ha intoxicado -sin oponerse frontalmente- la imagen del 15-M, intentando presentarlo como un nido de catalanofobia, una especie de enemigo en casa, ha sido de ese difuso conglomerado que es el independentismo interclasista (o sea, de derechas). Molestos con que, después de haber estado la independencia bajo todos los focos en los últimos años, ahora el tema estrella de la agenda popular se hubiera vuelto la justicia social, se han dedicado a lanzar mentiras desde medios tan importantes como el diario Avui. Entre las afirmaciones que he llegado a recoger estaban tales como que los partidarios de incluir la autodeterminación hubieran trabajado en un ambiente de amenaza o que se hubieran puesto trabas para el uso del catalán.
Pero no hay nada más falso que la acusación de españolismo lanzada contra el 15-M. En mi opinión personal, el movimiento simplemente molesta porque expresa la pérdida de legitimidad del engranaje institucional -y de sus portavoces, los grandes medios- y por eso le caen palos desde todos lados: desde el Avui hasta La Razón. Así de sencillo.
viernes, 16 de diciembre de 2011
La montaña rusa de la competitividad
Emulando los vaivenes de la economía capitalista, la vida del individuo competitivo se vuelve también una montaña rusa: un día se siente una mierda, al día siguiente, dios.
El que siempre se compara nunca está tranquilo: siempre se encuentra por encima o por debajo. Además la medida en que es superior o inferior se vuelve irrelevante, porque lo único importante es el orden.
Un buen corredor se sentirá feliz consigo mismo si progresa y se va superando a sí mismo. Pero una décima de segundo será suficiente para hundirlo en la miseria si es altamente competitivo y no queda primero.
La dicha es la paz. Y esta es imposible para quien elige lo que quiere hacer o necesita tener siempre con un ojo puesto en lo que hacen o tienen los demás. La competitividad es uno de los principales tormentos de la humanidad.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Un poco para todos
lunes, 3 de octubre de 2011
La moderación como nuevo valor absoluto
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Matar los tiempos muertos
lunes, 15 de agosto de 2011
Carroñeando sobre una niña muerta
No soy muy de crónicas de sucesos y ni siquiera tengo tele en casa. Así que me he entrado del caso Mari Luz solo ahora, a raíz de haberme tragado la bazofia de telefilme que es Días sin luz (2009), habiendo leído sobre todo lo que ha pasado. Y no puedo decir nada, más que esta producción es un patético servicio a dos fines lamentables e imperdonables:
- al lucro de los desvergonzados carroñeros mediáticos que sólo buscan el sensacionalismo en la muerte y
- la imbecilidad de la campaña impulsada por sus padres destinada a volver a convertir todo nuestro sistema de justicia en un sistema de venganza.
miércoles, 10 de agosto de 2011
Adelantarse a sí mismo
martes, 9 de agosto de 2011
jueves, 21 de julio de 2011
¿Oportunismo?
Con frecuencia, para explicar porqué hacen lo que hacen las cúpulas de las grandes centrales sindicales y algunos dirigentes políticos de izquierdas, se recurre (yo mismo lo hago muchas veces) a la palabra "oportunismo"...
viernes, 8 de julio de 2011
El sentido profundo del "sentido común"
Es tan buena la definición de la RAE porque, desechando las interpretaciones superficiales va, siguiendo una metodología casi durkheimiana, al grano: "lo común" es lo generalizado, subrayando así que se trata de un concepto eminentemente social. El "sentido común" es un cuerpo de creencias compartidas que aplicamos intuitiva y acríticamente.
miércoles, 6 de julio de 2011
Gato negro
domingo, 5 de junio de 2011
De asamblearismo y sectas
Lo mejor del incipiente movimiento asambleario nacido a raíz de las acampadas, un auténtico tesoro a conservar, es la ausencia del sectarismo que nos ha venido corroyendo y envenenando en las últimas décadas. Eso, más allá de todas las debilidades del proceso, es lo que abre una esperanza para la regeneración de la izquierda.
miércoles, 1 de junio de 2011
Noche y día
jueves, 26 de mayo de 2011
La cobardía
martes, 24 de mayo de 2011
Burbujas
sábado, 21 de mayo de 2011
El más adaptable, el más inadaptado
jueves, 19 de mayo de 2011
Simetrías
Parecemos simétricos pero, como es bien sabido, no lo somos. Tenemos un corazón a la izquierda y un hígado a la derecha. Pero ni siquiera lo aparentemete simétrico –como nuestro rostro o nuestras manos- lo es. Y para el colmo siempre existe un lado dominante: el derecho en los diestros, el izquierdo en los zurdos.
Pero a pesar de todo la evolución ha querido que parezcamos simétricos y que además nos sintamos atraídos por la simetría. No sé porqué ha pasado, pero sí sé que estas pseudosimetrías se encuentran en todas partes. El mundo está estructurado de esta forma: a primera vista, desde los cuerpos celestes hasta las partículas subatómicas, todo parece simétrico… y nada lo es. Como si todo tendiera al orden, al tiempo que el orden fuera una absoluta quimera.
Nuestra organización social parece que ha heredado esta especie de principio universal. Buscamos el orden, lo anhelamos, nos angustiamos cuando no existe. Pero al mismo tiempo nos conformamos, como por una especie de cinismo natural, con su apariencia.
Inventamos ficciones jurídicas, tales como naciones, Estados, democracias, socialismos… Pero luego nos conformamos con que todo funcione más o menos. Nos molestan menos las grietas en el orden ideológico que quien denuncia esas grietas. Un ejemplo claro son, por ejemplo, los países tan gangrenados por la corrupción o la economía informal que una amplia mayoría acaba por aceptarlas tanto como las propias ideologías formales que las censuran. Y todo ello sin excesivo perjuicio para su salud mental.
Posiblemente ninguna otra invención humana ha hecho tanta apología del orden, la simetría, la previsibilidad y la exactitud como la burocracia. Pero quien ha asomado a los bastidores de la realidad funcionarial sabe cómo funcionan las cosas: por los pelos. El factor humano cuenta mucho más de lo que dicta la norma… Pero al público se le sigue apareciendo como un monolito coherente e inamovible.
Desde niños, nos acostumbramos a que la realidad sea siempre una mezcla de mantenimiento de exigencia de orden y transigencia con el infractor. De hecho, se censura mucho más a un infractor que amenaza la susodicha apariencia que a otro que no lo hace aunque cause un daño mayor según los propios parámetros valorativos del sistema. Así, existe más animadversión social (convenientemente estimulada, claro, por los medios de comunicación) contra el okupa que contra el especulador que impide cuyo negocio impide la realización del derecho constitucional a la vivienda digna para todos…
La simetría es orden. La simetría es belleza. Pero al mismo tiempo es un fantasma: la vemos pero no existe ni puede existir. La ansiamos. Pero al mismo tiempo nos conformamos con fingirla colectivamente...
miércoles, 18 de mayo de 2011
Un trípode cojo
La salud es un concepto eminentemente biológico: el buen estado de la máquina de vivir que somos. Músculos elásticos, respiración profunda, cerebro bien regado, los pies firmes en la tierra... Un cuerpo sano es también un medio para disfrutar de la vida pero, por encima de todo, es una fuente directa de felicidad. El mero hecho de sentirnos sanos nos hace feliz.
El amor, esa leve forma de enajenación mental, es la fuente de endorfinas por excelencia. En todas sus formas posibles –tanto la atracción sexual o el enamoramiento, como el amor al arte o a la naturaleza- es nuestra química cerebral que entra en efervescencia, nos hace entender las cosas bellas y nos da gustito... Otra vez algo sumamente biológico.
Pero, ¿y el dinero? Ni un papel impreso, ni una tarjeta con banda magnética, ni siquiera los lingotes de oro son en sí mismas fuentes de endorfinas. El dinero, en este trípode, obviamente no es el dinero. Es lo que el dinero puede comprar: poder sobre otras personas, sexo de pago, ingenios que nos facilitan la vida, servicios varios, etc. etc.
En todo caso, nada concreto, una especie de cajón de sastre, un etcétera. Lo mismo daría decir “Salud, amor y lo que con dinero se pueda comprar” o “Salud, amor y lo demás” o “Salud, amor, etc.” Con lo cual todo el potencial del susodicho aforismo como una guía de vida se ve claramente menguado: decir que la fuente de la felicidad está en esto, en aquello y en lo demás... es un poco no decir nada.
Por otra parte, también se diferencia el dinero de los otros dos pies del trípode en la forma en que se consigue. No sólo conseguir o conservar la salud y el amor depende más de lo que uno haga o deje de hacer, sino que la desigualdad al nacer es enormemente menor. Todos somos un trozo de carne hambriento y llorón en el momento de ver la luz. Pero enseguida el dinero ya nos ha asignado a una cuna o a otra. Al equiparar salud, dinero y amor, entramos, por tanto, en un injustificado proceso de culpabilización y responsabilización del desposeído, al que negamos la posibilidad misma de ser feliz.
Por último está la cuestión de la cuantificación. La salud es la ausencia de enfermedad. Y el amor un estado en el que no nos preguntamos si podríamos tener más amor. Todo lo contrario sucede con el dinero. Pocos tienen claro –y quienes creen tenerlo claro nunca se ponen de acuerdo entre sí- cuánto dinero exactamente haría falta para ser feliz. Por no hablar de aquellos, que son muchos, y que piensan que la respuesta es “siempre más”, postulando una persecución inacabable, en clara disonancia con el objetivo de “alcanzar” la felicidad.
En fin. Que el dinero no es nada... Si quieres ser infeliz, consagra a él tu vida.
miércoles, 11 de mayo de 2011
Intenta argumentar con un niño al que intentas quitar un caramelo...
Afortunadamente ya no queda casi nadie tan idiota como para abogar por la profundización en la dependencia de los fósiles. Por otra parte, las petroleras tampoco necesitan realmente que nadie las defienda. Probablemente hemos llegado ya a un punto tal de dependencia en que, sin necesidad de propaganda, solamente con algo de lobbying, se terminarán de explotar las últimas reservas que quedan, los industriales se embolsarán sus últimos enormes beneficios y se irán felices a casa.
Entre los defensores de las renovables, y dejando aparte a los representantes de la industria, como es lógico abundan los militantes y simpatizantes ecologistas. Muchos están sencillamente mal informados sobre el potencial sustitutorio de estas fuentes de energía, así como sobre el impacto que su exlotación, por muy renovable que sea, causa en el medio ambiente. Aquellos que sí lo son no tienen reparos en reconocer que la única solución real es la reducción de nuestro nivel de consumo.
Pero los más obstinados son, con diferencia, los defensores del nuclear. Ante el amplio reconocimiento científico y social de la inviabilidad de la energía basada en fósiles, el lobby nuclear desde hace una década ha visto la suya y, apoyándose en un tropel de expertos obsesionados con la posibilidad técnica de realización de los proyectos y completamente ignorantes de sus condicionantes políticos y sociales, ha llevado a cabo una exitosa ofensiva que le ha permitido rehabilitar en buena medida su imagen pública... al menos, hasta Fukushima.
Con estos bien o malintencionados defensores de las centrales nucleares el esquema siempre se repite: ya les puedes sacar a colación los residuos, la imposibilidad de garantizar la seguridad de las plantas, la proliferación... que te responderán siempre con el cambio climático y la insuficiencia de las renovables. Entonces tú les dices que, por tanto, la única solución pasa por la reducción del consumo, no por el atolladero nuclear. Que lo insostenible no es una u otra fuente de energía... sino el ritmo al que consumimos.Y entonces... ellos callan o responden con otra cosa o, en el mejor de los casos, simplemente lo tachan de imposible.
Y esto es precisamente lo que me hace temer que, cuando pase el jaleo de Fukushima, la cosa nuclear seguirá su camino. Porque la irracionalidad de un ser humano compulsivamente aferrado a sus lujos es más poderosa que cualquier argumento. Porque le daremos mil y una vueltas, nos escaquearemos de afrontar la verdad, insultaremos al que nos la eche en cara o le tacharemos condescendientemente sus propuestas de utópicas e imposibles...
Cualquier cosa antes que reconocer abierta y honestamente algo muy sencillo...
¡QUE NO NOS SALE DE LOS COJONES CONSUMIR MENOS!
¡QUE QUEREMOS SEGUIR TRAGANDO COMO PATOS HASTA QUE NOS REVIENTE EL HÍGADO!
¡QUE NOS IMPORTA UNA MIERDA NUESTRO FUTURO Y EL DE NUESTROS HIJOS SI ESO SUPONE RENUNCIAR A LA SATISFACCIÓN INMEDIATA DE NUESTROS DESEOS!
sábado, 7 de mayo de 2011
Por qué creo que ser de izquierdas es de mejor persona
"- Los franceses seran cultos y refinados
- Los ingleses serán aventureros y puntuales
- Los italianos serán creativos y divertidos
- Los alemanes serán formales y trabajadores
- Los norteamericanos seran luchadores y patriotas
- Los argentinos serán intelectuales y sociables
- Los españoles serán inteligentes, buenas personas y votantes del PP."
A esto le dijo el arcángel San Gabriel: "Dios, que todos los países tienen dos virtudes y los españoles tienen tres. Eso no es justo." Dios dijo: "Es verdad, pero ya no me puedo echar para atrás. Bueno, estas serán las virtudes de los españoles, pero cada español sólo podrá tener dos de ellas a la vez..."
Y así, desde entonces los españoles que son inteligentes y votantes del PP no son buenas personas. Los españoles que son buenas personas y votantes del PP no son inteligentes. Y los españoles que son inteligentes y buenas personas no son votantes del PP.