sábado, 7 de mayo de 2011

Por qué creo que ser de izquierdas es de mejor persona

A ver, antes de nada, conozco un montón de mierdas que se dicen de izquierdas. Conozco a cabrones que militan en sindicatos o en partidos de izquierdas y luego explotan a su mujer en casa. También a otros que son gilipollas insolidarios, egoístas y egocéntricos, pese a ser tan radicales y reivindicativos que ni siquiera militan en un sindicato o un partido. También alguno que es de izquierdas por tradición familiar y, en el fondo, más rancio que Libertad Digital. Y algún otro que se ha obsesionado tanto con la Humanidad que se le ha olvidado ser humano con las personas.

También conozco a alguno que es de derechas y que no es un hijo de puta redomado.

Y a pesar de todo ello sigo pensando que ser de izquierdas es tendencialmente de mejores personas. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque la política, entendida de una forma sana, viva, no se separa de la vida, del día a día, de lo que una persona es. Si una persona es solidaria, respetuosa con el débil o con el diferente, amante de la razón y de la justicia en su vida cotidiana (es decir, lo que yo entiendo por "buena persona"), la proyección social de sus valores personales debería llevarla a posicionarse políticamente en la izquierda.

Claro, que todos sabemos muy bien que la lógica no termina de funcionar en la realidad social. De allí tantas y tantas excepciones que impiden que por regla la gente de izquierdas sea mejor que la de derechas.

Pero sí buscamos (aunque nunca la terminemos de encontrar) una cierta coherencia interna entre nuestras cogniciones. Y ello precisamente es lo que me permite afirmar que tendencialmente, a igualdad de condiciones, sí se cumple el argumento de este post.

Al fin y al cabo, creo firmemente en ese ya manido chistecillo que dice que Dios, cuando creo al hombre lo dividió según sus naciones de origen y así dijo:

"- Los franceses seran cultos y refinados

- Los ingleses serán aventureros y puntuales

- Los italianos serán creativos y divertidos

- Los alemanes serán formales y trabajadores

- Los norteamericanos seran luchadores y patriotas

- Los argentinos serán intelectuales y sociables

- Los españoles serán inteligentes, buenas personas y votantes del PP."

A esto le dijo el arcángel San Gabriel: "Dios, que todos los países tienen dos virtudes y los españoles tienen tres.
Eso no es justo." Dios dijo: "Es verdad, pero ya no me puedo echar para atrás. Bueno, estas serán las virtudes de los españoles, pero cada español sólo podrá tener dos de ellas a la vez..."

Y así, desde entonces los españoles que son inteligentes y votantes del PP no son buenas personas. Los españoles que son buenas personas y votantes del PP no son inteligentes. Y los españoles que son inteligentes y buenas personas no son votantes del PP.

2 comentarios:

Rebeca dijo...

Me ha encantado tu análisis!

Antonio dijo...

Gracias, Rebeca!