viernes, 10 de septiembre de 2010

El absurdo al cuadrado


Respecto a la condena a las expulsiones de gitanos por parte de Francia, aprobada en el Europarlamento, el Ministro francés de Inmigración declaró:
El Parlamento Europeo se salió de sus prerrogativas y evidentemente no tenemos por qué someternos a una imposición política.
Al mismo tiempo, su Secretario de Estado para Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, afirmaba que Francia tiene previsto reclamar a las autoridades rumanas un plan de integración nacional de "urgencia" para los gitanos. Habló de exigir un "compromiso" de Bucarest "para integrar a los gitanos en su territorio" y de las "carencias" del Estado rumano.
"Tenemos una hoja de ruta sobre la inserción de gitanos, hemos hecho propuestas, pero no avanzamos."
O sea: el uno dice a la ciudadanía europea "no te metas en mis asuntos internos", mientras el otro está diseñando la política interior rumana.

Es la habitual doble moral de las potencias (desde EE.UU. hasta China, pasando por Rusia, Francia, Reino Unido, etc.) que hace espectaculares equilibrios para conciliar una celosa defensa de su soberanía con indisimulado intervencionismo. Pero en este caso, por su condensación en un mismo cruce de declaraciones, alcanza un punto que hasta sería cómico si no se inscribiera en esa acelerada degradación del conjunto de Europa que, una vez más, la pone a la sombra del fascismo. ¿A qué nos exponemos? A la historia me remito...

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